El Cerro Espíritu Santo es la montaña emblemática que identifica al Cantón de Naranjo. Según historiadores geológicos (Dóndoli 1965), existió hace millones de años una actividad volcánica limitada de aproximadamente 5 kilómetros cuadrados.
Este pertenece al sistema montañoso de los Montes del Aguacate; que comprende un grupo de serranías con profundoas valles y laderas de suave pendiente, en los cuales se localizan varios conos volcánicos antiguos y domos subrecientes. Tomado del Libro:Editorial UNED, Torres, Jose Luis, Naranjo y Su Historia, (1835-2004)
Tan agradable como placentera resulta una caminata a este cerro de tan solo 1353 metros de altura sobre el nivel del mar. Recorrido del sábado 11 de mayo del 2013.
Se puede accesar principalmente por la entrada que lo rodea por el lado izquiersdo; actualmente su vía de acceso se encuentra recubierta de cemento como se aprecia en las fotos. Según consulta con el Vice Alcalde de la Municipalidad de Naranjo Lic. Claudio Rodríguez Ramírez gracias a la coordinación con el ICE se ha logrado hacer mejoras en la vía de acceso: incluyendo construir bandejas de retención de las aguas y así evitar formación de zanjas o canjilones a orillas de la vía. Cualquier vehículo puede llegar al monumento y apreciar la belleza escénica del lugar.
Al ingresar se puede disfrutar del sonido del viento en las ramas de los pinos (áreas reforestadas)que rodean el cerro por su parte este principalmente. Su area propicia para picnic de campo en familia invita a no privarse del placer de compartir la paz y quietud con la Madre Naturaleza..
Su camino de ingreso nos hace imaginar un bosque de cuento y fantasía, permitiéndonos olvidar el trajinado mundo allá afuera del cual quisiéramos ser ajenos.
Detrás de este paraje, se aprecia la Ciudad de Naranjo, oculta y enigmática.
Al ingresar al sitio en su cúspide invita a apreciar la majestuosidad del monumento construido a principios del Siglo XIX por el padre Español Pbro. José del Olmo en honor a Cristo Rey.
Relatan datos de historiadores que debido a retumbos muy fuertes que se escuchaban desde el cerro a principios del S. XX (1916), dedujeros los aldeanos que se formaría un volcán. Tal orgullo de los vecinos por la montaña hizo a los mismos a intentar construir un monumento en honor a Cristo Rey, impulsados por el sacerdote José del Olmo; cura párroco del lugar. Se inició la construcción de una majestousa estructura de cemento ,una torres de gran altura que culminarían con la coronación de la imagen de Cristo. Pero por razones de presupuesto, aunque se dice que hasta expresidentes del país colaboraron en tal obra; esta no se pudo concluir. (Miguel Salguero 1984)
Es inevitable aproximarse al Anfiteatro ubicado al lado del monumento como un complemento de los misterios que a través de los años guardan en secreto, como testigos mudos del acontecer diario.
Grupos de jóvenes de Colegios de la zona, aprovechan escursiones de integración personal acompañados de profesores guías.
Al acercarse a la estructura del Monumento se aprecia la cúpula donde pudo ubicarse la imagen del Cristo Rey anunciando la bienvenida de los fieles visitants al lugar.
Se puede subir a la parte superior a través de una gradas laterales, en su cúspide (de acceso preventivo por no estar terminado y riesgo de caída) se aprecia (360 grados) en su totalidad el Valle Central del país; y por la noche es mágico ver las miles y miles de luces que engalanan como luciérnagas toda la zona central de Costa Rica.
Las instalaciones (restaurante, baños, servicios sanitarios) construidas por el ICT en 1986 para el deleite de los visitantes, actualmente también son utilizadas por grupos religiosos como centro de convivencia, reflexión y adoración a Nuestro Señor Jesús como se aprecia en la fotografía. (foto del momento de la visita)
Damos un ultimo adiós al templo milenario y nos dirijimos a recorrer los alrededores de la zona boscosa. A la entrada amplia de un largo sendero que invita a la caminata encontramos una piedra estilo laja de lavar ropa como las que utilizaban las humildes abuelas en los ríos de la bajura costarricense.
Por ser una zona tropical húmeda, es común apreciar las hormigas "zompopas" cortadoras de hojas (leaf cutter ant) "Atta cephalotes" dejando su camino marcado por el paso constante de miles de ellas cargando el alimento a procesar para sus madrigueras. Se dice que estas amiguitas labradoras hacen vibrar sus mandíbulas aproximadamente 1000 veces por segundo para realizar el corte de las hojas en el forrajeo por el dosel del bosque.
Ingreso de grupo de jóvenes al cerro Espíritu Santo
Además de la siembra de árboles de pino para preserver la humedad del lugar, aún se encuentran escasamente especies maderables como las mencionadas guayabón, quizarrá, zorrillo, madero negro..
Caminata de grupo de jóvenes estudiantes por los senderos.
Brevemente realizo recorrido por uno de los senderos de aproximadamente 400 metros de largo, respirando el frescor del aire y disfrutando de la quietud y paz del lugar.
Sorpresivamente interactuamos con la planta "dormilona" - Familia: Fabaceae de Origen: América tropical. Nombre Científico: Mimosa Púdica. Esta planta que tambien es utilizada como fuente medicinal tanto sus tallos como su raiz; cierra sus hojas al caer la noche. Menciono interactuar porque me hizo recordar los años de infancia, donde se descubre que al tocarlas, su sensibilidad hace que tambien cierre sus hojas. Se dice que esta característica la utliza como defensa ante depredadores, además de la filosas y finas espinas.
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La flecha marcada en la corteza del árbol es un indicador de que a menudo se realizan prácticas en equipo de "mountain bike". Por lo empinado del trayecto resulta una excelente prueba para los amantes de este deporte. |
La zona ha sido objeto de vandalismo, prococando incendios forestales. La corteza de los árboles es una muestra de haber sido objeto de las llamas; quedando de un color oscuro.
Se han promovido campañas en contra de esta práctica vandálica, tanto la Municipacidad de Naranjo, como el Servicio de Parques Nacionales luchan colocando rótulos de prevención.
Jóvenes estudiantes de un Colegio de Naranjo en excursión por los alrededores del Cerro